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domingo, 15 de junio de 2025

MI HEROE

Tengo que reconocer...que mi debilidad por él...es notoria. Lo miro siempre embelesado y con cara de tonto, como dice mi padre. Y de verdad que  creo que tiene razón papá, cada vez que él habla me esfuerzo por entender lo que dice y comprender las cosas que hace. A eso le llamo yo...querer con todas las consecuencias, sin importarte si está bien o mal.

Hasta ahora, hablé de cómo me siento yo. Ahora hablaré de mi súper héroe, de mi dios. El es mi hermano mayor. El, se ocupa de todo lo que a la casa incumbe. Desde comida, hasta otro tipo de necesidades. Es increíble como sabe manejar todo tipo de situaciones. Cuándo mamá se puso enferma, el logró que el médico viniera a casa y le diera los medicamentos. Consiguió que le hiciera un seguimiento hasta que mamá falleció. No tenía cura y lo sabíamos pero no sufrió gracias a mi hermano. Del entierro mejor ni nombrarlo!!Mama fue enterrada como una reina. Todos estábamos orgullosos de cómo había llevado el tema "mamá" como decíamos en casa. A mí me hizo sentirme muy orgulloso de él.

Recuerdo el día que entró en casa con una joven tremendamente guapa y elegante. Sus ojos denotaban tristeza y miedo pero imagine que era porque la traía a casa. La joven hablaba poco pero nos miraba a todos como queriendo decir algo. Ósea...yo pensaba que era medio tonta. Si quieres hablar... hablas .Mi hermano y yo pasamos la tarde juntos jugando. El me tocaba la cabeza y se reía. Siempre me decía que era el mejor, y yo le respondía que quería ser como él de mayor. Sabia de todo y sabía hacer todo. Era increíble. Papá miraba desde el banco de piedra mientras nosotros jugábamos al balón. Para papá él no era su debilidad y yo lo intuía. Nos miraba triste y apagado. Yo no sabía si era porque mamá no estaba o simplemente porque no le gustaba que jugara conmigo. ¿Que pasaba en esa casa que todos estaban tristes menos él y yo?

Y así se hizo de noche. Yo entré en casa a lavarme las manos y mi hermano se quedó afuera con su chica. Papa me preparaba la cena. Me acerqué a él y le dije que había sido un día muy bonito en familia. Y me puse a mirar por la ventana. Mi hermano arrastraba a su amiga por el pelo. ¡Mis ojos salían de las cuencas! Ella lloraba, ni tan siquiera gritaba. Él le dio una patada en la cara y ella comenzó a sangrar. El comenzó  a insultarla y ella sollozaba. Yo llamé a papa gritando y el miro hacia la ventana. Papa me abrazo y me susurró "No es un héroe, es un monstro". Mi hermano pasó con la amiga y ella se tapo la cara con el pelo. Se fue derecha al baño. Mi hermano comenzó a jalearme para seguir jugando y tocándome la cabeza como siempre hacía. Yo permanecí sentado en la mesa sin moverme. Sin hablar. Sin reírle las gracias. Cuando su amiga salió del baño, le puse un vaso de agua en la mesa. Ella me sonrió levemente.  Ese día se me cayó un mito, ese día... crecí de golpe y entendí muchas cosas. 

En una mano lleva la piedra, y con la otra muestra el pan. Plato.

 


jueves, 28 de noviembre de 2024

QUERIDOS HERMANOS

 Mis hermanos son buenos hermanos a los que quiero mucho, aunque un poco caprichosos. Vivimos todos juntos, cerca del río. Con papá y mamá. Somos siete hermanos y yo soy la única niña por lo que siempre me dicen que soy una consentida y mimada.

Papá y mamá los defienden siempre, porque están siempre enredando las cosas y cuándo dicen una cosa al momento dicen otra y así mis papas nunca saben quién dice la verdad. Porque ellos se juntan y¡¡ hacen piña en contra mía!!El lunes pasado fueron a mi clase a buscarme para venirnos a casa y se rieron de mí delante de todas mis compañeras, porque tenía el mandilón sucio y decían que era una guarra y una cochina y toda la clase empezó a coro con ellos a gritarme "cochina cochina". Es que a veces se portan fatal...Yo se lo conté a mis padres pero...nunca  me creyeron...

Lo peor es por las noches. Siempre me despiertan de madrugada, cuándo papá y mamá duermen, para que les haga sus tareas de casa, así cuándo mis padres se levantan, está todo su trabajo listo. A ellos les toca poner el desayuno y darles de comer a las gallinas y a los cerdos, limpiar el suelo de toda la casa y fregarlo y sus camas listas. ¡Eso lo hago yo todos los días! Y mis padres no se lo creyeron nunca cuándo se lo contaba...y es que a veces...¡¡se portan fatal!!

Y por las noches, muchas noches...me despiertan asustándome, se disfrazan con sábanas y me dicen que son fantasmas. Hasta que conseguí que todas sus "bondades" las dejaran de lado.

Una noche en la que me asustaron mucho y me tiraron un cubo de agua fría por encima, de pronto...caí al suelo desmayada. No eran capaces de despertarme por lo que siguieron tirándome agua fría por encima, los 6 en silencio para que papa y mama no los escucharan. Yo los veía...no sé ni cómo...estaba en alto, encima mía...era una cosa muy rara que no se ni decir, pero yo estaba tirada en el pasillo, desmayada, pero a ellos los veía.

Y así los sigo viendo ahora. En lo alto del pasillo...del salón...pero ellos no me escuchan, pero yo sigo ahí y por las noches....ahora soy yo la que le mete miedo y les tiro de la manta o les susurro al oído mi nombre. Me rio mucho cuando los veo correr despavoridos por la casa en busca de mis padres.

¡¡¡Y es que...yo también aprendí a portarme fatal!!!! 

 ¡¡ El que juega con fuego...se quema!!

 

jueves, 24 de octubre de 2024

LA ASISTENTA

María siempre fue una mujer impresionante en su trabajo. Su trabajo consistía en arreglar todo lo concerniente a la casa. Ya sea limpieza, comidas o...¡¡.niños!! Nosotros éramos tres y como tres terremotos. Tenía que tener mucha paciencia la pobre de María. Le escondíamos cosas y las buscaba sin descanso. A veces mi madre se enfadaba con ella ya que no tenía su tarea lista cuándo ella lo pedía y nosotros nos reíamos muchísimo, sin saber que a ella eso no le hacía ninguna gracia, y a mi madre menos. Pero con 5 años poco sabes de esas cosas. Hoy pienso en María y me da pena pensar en las muchas trastadas que le hacíamos y lo mucho que aguantaba ella.

Era de una belleza deslumbrante. Siempre con su pelo largo recogido y guardado en su cofia. Esas manos, de dedos largos y esbeltos. Esos ojos enormes siempre alerta...y ahora entiendo él porque...

Cuando estaba en plena adolescencia, pille in fraganti a mi padre persiguiendo a María como si fuera un gato enjaulado. La pobre mujer escapaba por el salón y su cara era de autentico asco. Yo estaba en la puerta mirando atónito lo que allí acontecía y como mi padre parecía disfrutar de lo lindo, dije en voz alta "papá ¿puedo jugar yo también?" y...ahí se acabó el juego!!! Mi padre me mandó a la habitación y María se fue derecha a la cocina. Cuando llegó mi madre con mis hermanos, estaba la mesa puesta y la cena preparada. Papa leía en el salón. Todo era paz y gloria.

Al poco tiempo, le pregunté a María que desde cuándo mi padre jugaba así con ella. A lo que ella respondió que desde el momento en que entró a trabajar. 

Pasaron los años y yo creo que mi padre estaba cauto en cuanto a ese tema se refiere. A veces me miraba de soslayo y yo aprovechaba la ocasión para chantajearle con cualquier cosa que necesitara en ese momento. La vida en casa se convirtió en algo divertido, ya que yo salía ganando en todo y parecía que María también. 

Lo que aconteció después...fue una vorágine de sentimientos y sensaciones. María y yo comenzamos a jugar al ratón y al gato. Y mi padre, era el que a veces se ponía a escuchar detrás de la puerta. Pero lo nuestro,  era consentido por las dos partes. Mi padre rabiaba de envidia y a mi hasta me daba pena de lo estúpido que podía llegar a ser. María era una mujer libre y escogía libremente. Fue mi primera" novia" y tengo un gran recuerdo de ella. Mi padre decía que la asistenta estaba para hacerlo todo en casa. Y yo creo que no...Que ella podía decir¡¡ hasta aquí!! Y así lo hizo. De mi se cansó pasados unos años, y del trabajo también. Dejó la casa y con ella se llevó mucha alegría.Fue insustituible, tanto para mi madre como para mí. Pero conmigo encontró la libertad de poder escoger. O sí...o no...o el gato grande y dueño de la ratonera. Y me escogió a mí. La liberé de mi padre..o...¿acaso no? ¿No hice bien?

 

 

Me gusta ver la diferencia entre el bien y el mal como la línea de falta en un juego de béisbol. Es muy delgada, está hecha de algo muy frágil como la cal, y si la cruzas, realmente comienza a desdibujarse donde lo justo se vuelve sucio y lo sucio se vuelve justo. (Harlan Coben)

lunes, 18 de diciembre de 2023

SOLEDAD

 Es el sitio ideal. Necesito paz y relax. Estos días serán increíbles. Mi única ansiedad es no hablar con nadie, ni dar explicaciones, ni gritos, ni razonar con nadie. Mi trabajo es muy estresante. Demasiadas horas de cara al público...A veces las personas somos demasiado intransigentes y poco tolerantes. Quema mucho tantas horas "peleándote" con tus semejantes. Por eso me vine aquí. Tranquilidad, paz, soledad.

 En este sitio perdido de la mano de Dios parece que no encuentro ni un alma por el camino y eso me relaja a la vez que me produce cierta inquietud. Han pasado dos horas y no encontré a nadie y aún me falta por lo menos una hora para llegar a la playa que busco. Allí montaré mi tienda de campaña y pasaré unos días. Tengo suficiente para unos días y allí hay un manantial de agua potable. Serán días de relax y de paz que tanta falta me hacen. Después de una buena caminata, creo divisar el mar, por lo que acelero el paso. Me voy acercando y descubro que es más bonita de lo que la describían en internet. Una playa inmensa, de arena blanca y aguas cristalinas. Es espectacular y lo mejor es que no se ve ni una sola persona. ¡¡¡La playa es particular!!!Madre mía...ni en mis mejores sueños soñé con una playa así para mí solo. Dejo todo tirado y lo primero que hago es meterme en el agua. El agua es transparente y tiene buena temperatura. Miro a ambos lados de la playa y no se ve a nadie. Me resulta increíble. Hago varios largos y salgo a preparar la tienda. Me pongo mi música y empiezo con la rutina de colocar todo. Piquetas...estirar la tienda...saco de dormir. Todo tiene un orden y a por ello voy. 

Cuándo ya terminé con todo, me acuesto en la toalla y me quedé traspuesto un par de horas. Cuándo me desperté me había quemado con el sol. Busqué el manantial. Sabía dónde podía estar. Es la ventaja que tenemos hoy en día. Lo sabemos todo. O....casi todo.

Llené dos botellas y volví de nuevo a la tienda. Dejé todo allí y decidí de nuevo bañarme. Entré en el agua y me dio un escalofrío. Llevaba demasiado tiempo tirado al sol. Entre poco a poco. Cuándo el agua me llegaba por el pecho algo me hizo girar la cabeza hacia la orilla. Y allí estaba. Era un hombre, con los pies metidos en el agua. Me miraba fijamente y tenía un enorme cuchillo en una de sus manos. Yo...me quedé estupefacto y no sabía ni lo que hacer. El solo me miraba y sujetaba el cuchillo. No se movía. Decidí hacer como si no le diera importancia a que el estuvieras ahí con un cuchillo, cosa que lógicamente era impensable, pero no sabía qué hacer. Nadé varios largos y él seguía clavado en la arena sin quitarme ojo. Entendí que estaba esperando a que yo saliera del agua, el resto...preferí no imaginarlo. Hice ademán de salir del agua. El hombre no se movía. Comenzaba a ponerme muy nervioso ya que estaba en el agua metido y veía que...o ese señor se marchaba, cosa que no tenía mucha intención de hacer, por lo que veía, o...estaría a remojo muchas horas. Intenté decirle si necesitaba algo. Yo creo que ni pestañeaba. Acabé gritando pero sin acercarme a la orilla. El hombre estaba quieto, igual que cuando llegó, sin moverse. Pero el cuchillo no lo tiraba. Esto era de locos. Ni un alma en la playa y aparece un energúmeno con un cuchillo. Y yo con el agua hasta la coronilla. Comencé a gritarle diciendo que iba a llamar a la policía, idiota de mí. Mi móvil estaba en la tienda. Es más, no estaba ni en la tienda. Cuándo se lo dije, abrió la mano y dejó caer mi móvil al agua. ¿Pero que quiere ese chalado? Esa reflexión mía es un poco ridícula dada la situación en la que me veo. Mi piel ya comienza a arrugarse de tanto tiempo que llevo en el agua, y empiezo a tener mucho frío. Pero parece que al señor no le importa. El no tiene ningún problema. Sigue sin moverse con los pies en el agua y el enorme cuchillo en la mano. Yo intento acercarme, pero la verdad es que me da respeto ese señor. No aparta los ojos de mí. Le grito hasta quedarme sin aliento. Le digo que coja lo que quiera, agua, comida, dinero. Pero no contesta. Creo que él solo me quiere a mí. Me alejo de la orilla. No sé qué hacer. Hago el muerto en el agua. Empiezo a estar muy cansado y nervioso. El sol ya empieza a retirarse, llevo muchas horas en esta situación. Dejo de hacer el muerto en el agua, ya que me parece hasta ridículo. Estoy haciendo el muerto cuándo ahí está un hombre que me quiere matar. Miro hacia la orilla gritando. Allí no hay nadie. ¿Que paso? Me perdí algo. El hombre no está y yo no lo vi irse. Miro a todas partes asustado, y me hago la pregunta del millón. ¿Y ahora...qué hago? Tres horas de caminata sin cruzarme con nadie, sin móvil, solo. Y un loco con un cuchillo que pasó horas mirándome. 

Sigo en el agua temblando...y no pienso salir.

Piensa bien lo que deseas, se puede volver en tú contra.

Midala



lunes, 6 de noviembre de 2023

SABOR A MANDARINAS

Repulsión y repugnancia. Y no voy a negarlo...un deje de tristeza y angustia. Eso es lo que me produce el olor de las mandarinas. Siempre supe el porqué, pero fui incapaz de superar esa ansiedad que me producía ese olor en particular.

Se remonta a cuándo yo era pequeña. Yo estudiaba en un colegio de monjas. Iba a comer con mis padres y mis hermanos y eran ratos divertidos..."Tú baja a buscar el pan... Tú vete a buscar el pescado que lo dejé separado...correeeee tú la mesa que ya tenéis que volver al colegio" La vida de cualquier otra casa a esa hora. Pero esa vida no debía de ser la misma vida ni alegría... para mis compañeras que se quedaban en el comedor a comer...incluso a dormir en el colegio. 

Yo llegaba siempre de primera a clase. Gran defecto o virtud el mío. Y siempre encontraba a la misma niña, impregnada en olor a mandarina, ojos tristes y caídos, mirada perdida...y yo la observaba con ansiedad y pena. Mucha pena. Esa niña no tenía vida familiar, no tenía besos ni abrazos, ni risas...ni apurones de..."correr niños ir aquí o allá..". Mi vida estaba llena de ilusión...la de ella denotaba tristeza...aburrimiento...hastío…Era una niña callada…seria…yo le preguntaba que había comido…aunque la comida me importaba poco…sabía su postre…También sabía cómo eran las monjitas que nos daban clases…todo menos cariñosas y caritativas, en su inmensa mayoría.

Ese olor me marcó toda la vida. En mi casa nunca pudo entrar una mandarina. Nadie puede comer una mandarina delante de mí. Me produce angustia...y me lleva a un recuerdo....una niña triste...sola...alicaída...

«Es triste cuando alguien que conoces se convierte en alguien que conociste».